jueves, 3 de noviembre de 2011

Conducir contra los elementos

Con la llegada del otoño-invierno, nos vamos a encontrar con otras dificultades a la hora de conducir y que nos va a obligar a estar mucho más atentos a los mandos de nuestro vehículo.
Hablamos de la conducción con LLUVIA, NIEVE, NIEBLA Y HIELO.
Siete de cada diez accidentes que se producen con la climatología adversa, la lluvia suele ser la causa principal y sobre todo cuando comienza a llover.
LLUVIA: Falta de visibilidad, la lluvia cuando comienza a caer se mezcla con el polvo y la suciedad del parabrisas, el agua fina y sucia que despiden el resto de vehículos, la menor luminosidad ambiental y el empañamiento interior de los cristales, esta falta de visibilidad es mayor en invierno. Menor adherencia,  cuando caen las primeras gotas de lluvia se juntan con la suciedad del asfalto (polvo, grasa, y caucho de los neumáticos) y esto hace que el pavimento este muy resbaladizo, si llueve mucho se acumula agua sobre el asfalto y esto puede provocar el aquaplaning.    Por último los frenos pueden mojarse y esto hace que la frenada pierda eficacia.
CONSEJOS: Reducción de la velocidad, aumento de la distancia de seguridad y por supuesto muy importante hacer uso del alumbrado correspondiente.
NIEVE: La nieve interviene mucho menos en el accidente que la lluvia pero cuando aparece se tiene que extremar mucho la precaución. La nieve puede llegar a ocultar señales, las marcas viales y al caer reduce la visibilidad y disminuye la adherencia. Utilización de las cadenas, deberemos ponerlas en las ruedas motrices, también hay neumáticos especiales para la nieve (con o sin clavos).
CONSEJOS: Reducción de la velocidad, aumento de la distancia de seguridad, si existen rodadas circular sobre ellas sin salirse y no abusar del acelerador y del freno. Para arrancar use una marcha lo más larga posible y para bajar pendientes marchas más cortas y por ultimo encender el alumbrado correspondiente.
HIELO: El hielo uno de los principales problemas es la falta adherencia y que resulta imprevisible. Su falta de previsión el lo que lo hace muy peligroso, suele aparecer en zonas sombrías, en resguardos orientados al norte o puentes sobre ríos, por supuesto con temperaturas entre 0 grados o por debajo de estos.
CONSEJOS: Reducción de la velocidad, aumento de la distancia de seguridad, (se cree que la distancia de frenado suele ser 10 veces más que con el suelo seco.
NIEBLA: La niebla puede aparecer de forma repentina y dejarnos sin visibilidad, en muchos casos la visibilidad es prácticamente nula incluso en tramos muy conocidos, también humedece el pavimento y la adherencia se reduce.
CONSEJOS: Reducción de la velocidad, aumento de la distancia d seguridad y muy importante utilización del alumbrado. Niebla poco densa se puede utilizar el alumbrado de antiniebla delantero, niebla muy densa se debe utilizar el alumbrado de antiniebla trasero.

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